Música latinoamericana para piano

Martha Enna Rodriguez

El catálogo de la obra de Ignacio Cervantes (1847-1905) incluye 45 danzas para piano, 8 obras para voz y piano, 4 obras sinfónicas, 3 de cámara, 4 de teatro y 17 obras románticas para piano entre las que los musicólogos han destacado especialmente la Serenata Cubana.

La pieza expresa una dualidad común a muchas obras nacionalistas de autores americanos del siglo 19 que oscila entre el criollismo de ritmos y giros melódicos localistas y la filiación al romanticismo europeo en las soluciones armónicas y texturas «a lo Chopin», de quien Cervantes fue admirador e intérprete.

En la Serenata Cubana las dos tendencias están resueltas con un estilo elegante de música de salón.

El Bambuco (aires nacionales neogranadinos) de Manuel María Párraga (ca. 1826-1895) equivale en líneas generales al concepto de la Serenata Cubana y corresponde en la historia de la música en Colombia al desarrollo de una música nacionalista de salón con intenciones de virtuosismo.

Introducción y final brillantes, enmarcan secciones en las cuales cabe resaltar el patrón rítmico insistente que acompaña melodías cuya exigencia es mayor a medida que transcurre la pieza; es preciso resaltar que el hecho de ser una obra neogranadina explica la fusión de melodías bambuqueras y acompañamiento con acentos de joropo.

Oriol Rangel (1916-1977) ha sido después de Luis A. Calvo la figura más importante de la interpretación pianística de música andina tradicional en Colombia; su repertorio como compositor es principalmente para piano y de muchas de sus obras se limitó a dejar registros grabados, es el caso de su Estudio de Pasillo, transcrito por Germán Darío Pérez.

Esta pieza es interesante desde el punto de vista de la técnica pianística por la claridad de su textura, la solidez de los patrones de acompañamiento y la fluidez y flexibilidad expresiva de las secciones que recuerdan al creador virtuoso.

Ernesto Julio Nazareth (1863-1934) os actualmente un nombre fundamental para la historia de la música para piano tanto brasileña como latinoamericano; compuso más de doscientas obras entre los qua se cuentan polcas, valses, chotises y espocialmente tangos brasileños, músicas de danza urbana emparentados con el máxime popular.

En sus composiciones Nazareth os libro y original hasta donde la danza pueda permitido y con la escritura del mismo reconoce la influencia de Chopin. Sustenta a nota es un tango característico de expresión lítica, compuesto on 199 1 y dedicado a Antonio Tavares. Fon Fan establece el contraste, compuesto on 1930 y dedicado a Mario Baptista Martins es el tango virtuoso y enérgico.

Moisés Moleiro (1905-1979) profesor y pianista venezolano, fue autor de un importante repertorio con el que los estudiosos destacan sus sonatas de clara influencia europea clásico, sin embargo su pieza más divulgada y conocida entro los pianistas es Joropo.

Como llanero de origen, Moleiro vivió de cerca las prácticas de toque de la músico tradicional y de manera muy eficaz hace funcionar el piano a la manera de un arpa ampliada a través de apoyaturas, arpegios, cambios de registro, acentos, ornamentos, golpes, rasgueos y notos repetidas; el infatigable acompañamiento que realiza la mano izquierda se basa en la misma fórmula que utilizo en El Bambuco, Manuel Marío Párraga.

Alberto Ginastera (1916-1983) es una referencia- Indispensable para la música latinoamericano, su trayectoria de compositor se inicia con obras nacionalistas y a través del tiempo su lenguaje se desarrolla hacía novedades tímbricas y expresivas en ocasiones muy alejados de los primeros resultados sonoros; en su obra Ginastera mantiene un constante cuidado por la forma, por el orden estructural de la composición.

La primera sonata para piano Op. 22 (1952) fue una comisión del Instituto Carnegie y el College femenino de Pensilvania, para el Festival de Música Contemporánea de Pittsburg y dedicada al compositor Roy Harris y su esposa.

En sus cuatro movimientos explora casi todas las gamas dinámicas del piano. El primero Allegro marcato, maneja el bitematismo de la sonata clásica, enfatizando en la combinación de variaciones rítmicas y melódicas del tema principal.

Presto misterioso, creado a partir de una serie dodecafónica se ambienta sobre un matiz pianissimo de las dos manos que tocan al unísono a una distancia de cuatro octavas. En el tercer movimiento Adagio molto appassionato, hace uso del «acorde simbólico» que consiste en arpegiar seis notas en scordatura de guitarra.

El último movimiento Ruvido ed Ostinato, es un rondó brillante en cinco secciones, con métrica que alterna compás binario compuesto y ternario simple en concordancia con el malambo gaucho.

Créditos:

Ignacio Pacheco, piano

Grabación: William Constaín

Mezcla: Danilo Gómez

Masterización: Mauricio Campos, estudio Sonimagen

Producción Musical: Martha E. Rodríguez, Ignacio A. Pacheco.

Notas: Martha Enna Rodríguez

Piano Steinway Sala Luis Ángel Arango, grabado el 15 de noviembre de 2000.

Producido en colaboración con el Comité de Investigaciones de la Facultad de Artes y Humanidades, Universidad de Los Andes.